Sí a l’aragonés es una campaña que tiene por objetivo la defensa del aragonés en el ámbito educativo, instando al gobierno a tomar medidas para respetar, proteger y garantizar los derechos lingüísticos de las y los miles de estudiantes aragoneses cuya lengua habitual es el aragonés y de aquellos que desean aprenderlo.

El aragonés

El aragonés es un idioma, una lengua romance como lo son el francés, el italiano, el occitano, el catalán o el castellano. Todos los lingüistas de prestigio así lo definen. Solo los prejuicios sociales y políticos, en un intento por negar los derechos de sus hablantes, fuerzan a algunas personas a calificarlo como dialecto.

Hoy en día, el uso del aragonés ha quedado relegado a algunas comarcas pirenaicas y a pequeñas comunidades de neohablantes en los núcleos urbanos que utilizan la lengua como herramienta de resistencia cultural ante el abandono total de las instituciones, que no solo no promocionan su uso y aprendizaje sino que discriminan a sus hablantes y los empujan a una situación de marginalidad y estigmatización muy negativa. La actual situación legal es también precaria. La ley de lenguas de 2009 (que no reconocía la oficialidad del aragonés) se ha visto empeorada por una nueva normativa que niega la identidad y la unidad de la lengua contradiciendo a la comunidad científica internacional. En el ámbito educativo la situación es similar. Destaca la inexistencia de escolarización en aragonés, además de la precariedad e impedimentos que sufren estudiantes y docentes. La UNESCO ha calificado el aragonés como “lengua en peligro de desaparición” y recomienda “políticas lingüísticas bien planificadas”, poniendo en evidencia las actuaciones de los gobiernos de Aragón y de España, que han recibido en varias ocasiones “toques de atención” de múltiples organismos internacionales por incumplir reiteradamente la Carta Europea de las Lenguas Minoritarias y vulnerar los derechos lingüísticos de miles de aragoneses.

Estudiants por l’aragonés

Los miles de jóvenes en este país que utilizamos el aragonés en nuestro día a día, ya sea porque es nuestra lengua materna o porque nos hemos comprometido libremente con su supervivencia aprendiéndola y utilizándola, estamos hartos de que los Gobiernos de Aragón y de España nos traten como ciudadanos de segunda. Los derechos que como hablantes se nos reconocen en la Declaración Universal de los Derechos Lingüísticos,  como el «derecho a la enseñanza de la propia lengua y cultura», el «derecho a una presencia equitativa de la lengua y la cultura del grupo en los medios de comunicación» o el «derecho a ser atendidos en la lengua propia en los organismos oficiales», son vulnerados constantemente en lo que ha sido y es un proceso de persecución y minorización hacia el aragonés y sus hablantes.

Tal como está recogido en el manifiesto “Estudiants por l’aragonés”, desde Purna estamos convencidas de que la única fórmula válida para evitar la desaparición del aragonés pasa por poner fin a la discriminación y la estigmatización que sufren sus hablantes, así como el reconocimiento de la unidad de la lengua, lo que conlleva el afianzamiento de un modelo referencial, consolidando un proceso que ya otras lenguas iniciaron en su día. Por ello, exigimos:

  1. La creación de líneas de enseñanza en aragonés y su introducción gradual en los centros educativos de Aragón según indique la demanda, asegurando siempre el libre derecho del estudiante a estudiar en la lengua propia.
  2. La regulación del estudio de la lengua aragonesa oficialmente, así como las titulaciones y certificaciones según los criterios iniciales que marque la academia.
  3. Introducir gradualmente la enseñanza reglada del aragonés en los centros educativos de Aragón, respetando la variedad propia de cada zona así como la norma común.
  4. A raíz de la aprobación del currículo aragonés de la LOMCE asegurar que la asignatura llamada “Lenguas de Aragón” sea en su contenido en las zonas históricamente aragonesoparlantes “lengua aragonesa”. Que independientemente de la ley educativa vigente o la pugna existente entre gobierno autonómico y estatal, se asegure la inclusión en el currículo aragonés de una optativa de ‘Lengua aragonesa’ en las zonas históricamente aragonesoparlantes.
  5. Asegurar la formación y conocimiento suficiente de la lengua por parte del profesorado de aragonés y “en aragonés”.
  6. Habilitar al profesorado mediante las pruebas pertinentes que sirvan a la vez para crear de manera definitiva los títulos oficiales necesarios de acreditación de nivel.
  7. Sacar a los jóvenes aragoneses de la desinformación generalizada que la actual ordenación del sistema educativo aragonés ampara con su silencio e inactividad, así como la feliz ignorancia asumida desde las instituciones, que impide a la juventud aragonesa conocer su pasado cultural como comunidad, y por tanto no entender o malentender su presente cultural, despreciando los elementos lingüísticos propios.
  8. Y para que todo tenga un marco legal adecuado reconocer la oficialidad del aragonés mediante una ley de lenguas digna y efectiva.